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¿Cómo lavar una manta eléctrica?

La mayoría de las mantas eléctricas y calientacamas modernos se pueden limpiar en la lavadora, pero antes de hacerlo te daremos algunos tips para cuidar de tu manta y que no se deteriore en el proceso. A continuación te enseñamos cómo lavar una manta eléctrica paso a paso.

Consejos de lavado a máquina

1. Comprueba las instrucciones del fabricante. Cómo ya hemos dicho, si tu manta es nueva o tiene poco tiempo seguramente se pueda lavar a máquina, pero no todas al 100% son lavables. Comprobar antes las recomendaciones de la marca o el fabricante evitará que nos tengamos que echar las manos a la cabeza.

2. Desconecta las partes desmontables cómo los cables y controladores. Antes de desconectarlo asegúrate de que la manta está apagada y desenchufada. Nunca introduzcas el mando de control en el agua. Si tu manta eléctrica es vieja o no hay opción de extraerlo entonces lávala a mano sin introducir el controlador en el agua. Algunos tipos de almohadillas eléctricas de terapia disponen de una funda extraíble, si es así lava la únicamente esta funda. No saques los circuitos interiores de la manta eléctrica.

3. Mete la manta en la lavadora sin arrugarla o apretarla demasiado. No es conveniente retorcer o doblar en exceso los circuitos interiores. Si tu manta eléctrica es demasiado grande o tu lavadora demasiado pequeña entonces no la laves o llévala a una lavandería industrial, allí las lavadoras tienen una capacidad mayor.

4. Sigue las instrucciones de la etiqueta. La mayoría de los fabricantes indicarán en la etiqueta del producto si este necesita un remojado previo o a qué temperatura de agua lavarlas. Nosotros recomendamos lavar a temperaturas frías (máximo 30º- 40º).

5. Introduce poco detergente en la cubeta. No busques un detergente especial, el mismo jabón que usas para lavar tu ropa o las sábanas de la cama será suficiente. No pongas lejía, podría dañar los cables.

6. Utiliza un programa suave y corto. La mayoría de los fabricantes no recomiendan un ciclo completo de lavado y cada lavadora tiene tiempos diferentes, por lo que es conveniente usar programas cortos y delicados.

7. ¿Es conveniente centrifugar? Si tu lavadora cuenta con un ciclo corto y suave de centrifugado entonces no habrá problema. En cambio, el centrifugado a velocidades muy altas podría golpear en exceso los cables internos.

8. Seca tu manta al aire libre. En las recomendaciones de algunos fabricantes encontrarás que puedes secar tu manta eléctrica en la secadora, pero nosotros recomendamos no hacerlo ya que recibir un calor externo no es bueno para ningún circuito eléctrico. Tiende tu manta al sol lo más estirada posible y déjala secar el suficiente tiempo para que no quede ningún resto de humedad.

9. No planches tu manta eléctrica. Al igual que en el punto anterior, recibir calor exterior de la plancha puede dañar el aislamiento de los cables calefactores de la manta.

10. Vuelve a conectar los cables. Una vez que tu manta esté bien limpia y seca vuelve a conectar todas las partes desmontables en el sentido inverso al que los desconectaste en el primer paso.

11. No laves la manta más de lo necesario. Estar constantemente lavando tu manta eléctrica podría hacer que se deteriorase con más rapidez y que tengas que comprar una nueva antes de lo esperado; lávala cuando lo consideres realmente fundamental.

Por último, antes de utilizar tu manta sobre ti, comprueba que siga funcionando sin ningún tipo de problema. Los cables internos deben estar repartidos de manera uniforme y nunca deberían estar superpuestos entre ellos. Si notas que algo no funciona correctamente no la utilices y llévala a algún punto de reparación.

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